Recuerdo
a mi madre
y
a mi hermana
llorando.
"Ponte al teléfono,
por favor"
"No quiero"
"Pero se está
muriendo"
"¡Pues que se muera ya!"
"¡Pero es
tu padre!
!Por amor de dios!"
"¿Mi padre?
¿Y dónde coño ha estado
todo este tiempo?"
Me escondí.
Huí.
Hasta que se marchó
de nuevo,
pero esta vez
para siempre.
Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?
En ese momento
no sabía
que al igual que hace milenios
ciertas frases
solo sirven para encadenarte
eternamente
a
una
cruz.
Muy bueno, bro
ResponderEliminarLos Hijos de los Satanás te saludan:
http://hankover.blogspot.com/2011/11/eli-eli-lema-sabactami-by-carlos.html
Totalmente cierto!
ResponderEliminar"La vida, proxeneta de la muerte" J. Cortázar.
ResponderEliminarAlía Mateu.